El Gobierno canario reconoce una «emergencia humanitaria» mientras la Iglesia pide que se agilicen la burocracia y los traslados a la península.
Canarias vive «una situación de emergencia humanitaria» en materia de menores no acompañados. Lo ha reconocido el propio Gobierno autonómico. El número de llegadas en los últimos tiempos ha hecho que los recursos de acogida se vean desbordados. Según datos de la Consejería de Derechos Sociales, en estos momentos tienen un total de 2.656 menores tutelados cuando el año pasado, por esas mismas fechas, no llegaban a 600. La situación es especialmente delicada en la isla de Gran Canaria, que asume la mayoría de los menores, 1.697.
Estas cifras, junto con la descoordinación entre administraciones, la burocracia que exige el trato de los menores y la pandemia, están provocando, según explica a Alfa y Omega Loli López, directora del Secretariado de Migraciones de la diócesis de Canarias, que no se esté tutelando adecuadamente a los menores extranjeros. Eso sí, López reconoce que dar una respuesta en estos momentos «no es fácil».
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